Sunday, March 12, 2006

Capítulo XIII

Es una mentira, concluye el protagonista, que la herencia polìtica de Camargo haya sido traicionada. Lo que ha hecho García Tejedor simplemente es cosechar lo que sembró su precursor, un sentimiento popular de agravio, y lo transformó en gobierno.


“Día 210 después de la victoria. Fructífera conversación con Rosario. Además de haber recuperado esos espacios de serena comunicación con mi compañera de toda la vida, durante la plática Rosario me ha aportado nuevos elementos para juzgar lo que hemos vivido en el país durante los últimos años. Por ejemplo, todo ese asunto de la herencia política de Toño Camargo que hoy algunos dicen que ha sido traicionada por García Tejedor. Tiene razón Rosario: Eso es mentira, hay una clara línea de cotinuidad entre uno y otro, entre Camargo y García Tejedor.
“Tal vez nadie podría haber detenido a Camargo cuando siguió esa estrategia de confrontación y lucha popular, al margen de los cauces institucionales, que le condujo primero a la cárcel y después a esa prematura muerte, enfermo y un tanto decepcionado. El punto en el que no nos ponemos de acuerdo Rosario y yo, es si esa estrategia simplemente era necesaria dadas las circunstancias o fue una estrategia suicida, dictada por la vanidad de Camargo y por cierta locura. No necesito decir que Rosario sostiene la segunda opinión, ¿por qué?, ¿por una especie de conservadurismo de madre de familia al que repugnan las aventuras radicales?, ¿por la coherencia entre fines y medios que Rosario sostiene a rajatabla? No lo sé. Rosario insiste, y desde un punto de vista teórico no le falta razón, que Camargo nunca fue un verdadero demócrata, sino un iluminado que se vió arrastrado - ¡y nos arrastró a miles! – por una retórica maximalista de todo o nada. Para Rosario, los excesos que vemos hoy (y que ensombrecen la alegría de la victoria tanto tiempo anhelada) sólo son consecuencia de los desvaríos que inició Camargo. Desorden en el que florecen corruptelas, demagogia, métodos autoritarios. A nadie nos gustan, pero ¿no estaban ya presentes en gran parte de las actitudes y de la retórica de Camargo?
“Sea de ello lo que fuere, aquí estamos. Viviendo la construcción de un nuevo régimen político que quiere cambiar todo desde sus cimientos. Una regeneración o purificación nacional de la política, la economía, la vida social…A veces parece que más que avanzar hemos retrocedido a épocas que creíamos superadas de autoritarismo y demagogia (Rosario lo cree), pero a mí me parece que nos falta perspectiva para juzgar el resultado final, son excesos que ya desaparecerán una vez que superemos esta dolorosa etapa de parto. ¿O no?
“Aparecen en algunas columnas de chismes políticos, incluso en la prensa oficialista, versiones de que hay una gran corrupción en la campaña de reparto de tierras. Tenía que ser. Me urge hablar con mi hijo Alberto, pero está fuera de la ciudad”.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home